
Miguel Marzana
Cuatro poemas de Alex Lima
15 May, 2020
Sin perder paralelos y meridianos que puedan haber entre Guayaquil y Nueva York, el poeta nos presenta estos poemas que caen como piezas de Tetris en su estilo. Cuatro ojos dentro de un solo ojo dialogan en los poemas, en los que los temas como el desarraigo, la nostalgia, y la evocación a través de los objetos simples o alguna deidad precolombina, contrastan aspectos y pueden enfrentar ideas o fuerzas mayores (poéticamente hablando) como las de un liquid cristal display, el amor, o un final boss p.ej.
Selección de poemas e introducción: Miguel Marzana.
HÍBRIDA
¿Por qué insistimos en regresar a Ítaca?
Por qué no regresar a Huancayo o a Gonzanamá
para volver a ser lo que siempre fuimos.
Acaso es imprescindible invocar a Penélope
con su cabello suelto al aire —imagen congelada
en secuencia tipo manga con banda sonora
amenazante—
amago de semblanza petrarquista con su perfil sin
rostro, con su cuerpo ultra-cosificado.
Acaso los poetas de otras latitudes invocan
a Mama Ocllo o a Sensemayá, la culebra.
¿Por qué insistir en volver a una isla en la que
nunca estuvimos?
Regresemos acaso al lago, a la barra de oro,
a captar el sonido de una lágrima que se derrama
desde lo más alto del continente
y aterriza en onda expansiva como un do-sostenido
de John Coltrane que rompe el silencio de los siglos.
LISI
No quiso Lisi que la viera sentada junto al
muro que separa al mar del firmamento:
No quiso Lisi que la contemplara tumbada
como Tláloc sobre la toba volcánica
deseosa de alcanzar los trece cielos.
No quiso Lisi que la viera sigilosa
deambulando por los filos de la acera cana,
allí, donde cada atardecer ondula el encaje de su falda
ya ventarrón trasnochado de la transparencia,
ya transparencia rosicler de tul poliéster.
No esperaba Lisi que la reconociera
entre los rizos donde alguna vez naufragó
el bajel de la mirada, fetiche capilar medio teñido
de marrón L’Oréal con finas hebras argentosas.
No quiso Lisi que la viera escapando de su chulo
antes de que la convirtiera en árbol deshojado
antes de que el colibrí, creador del cielo y de la tierra,
le succionara la última gota dulce de ambrosía.
No quiso Lisi que la viera en la portada del periódico
protagonista de una crónica reimpresa en la reproducción
mecánica de los atardeceres, nunca se llegó a saber
de dónde provenía, sólo que hacía patria con su cuerpo y
mendigaba amor por las esquinas.
CÍCLICA
Me enamoro de ti por temporadas
como si el amor tuviera horario
y fecha en el calendario
como si el amor pasara de moda
y se volviera a llevar el otro año
como si se tratara de un juego
en los desfases del recuerdo;
se podría decir que se trata de un amor cíclico
como las estaciones
como las espirales que conducen al fondo
de un sueño repetido
objeto del deseo que retoña
en la instantánea de tu silueta adolorida
y se desvanece eventualmente a pixeladas;
ausencia que se consolida a medida que nos
acercamos a la inevitable partida
en medio de otro sueño paradójico
allí donde las formas empiezan a perder
su consistencia,
en la entrepierna de un nuevo amanecer,
en las articulaciones artríticas de las sombras;
me enamoro de ti por temporadas
como si el amor tuviera fecha de caducidad
como si el amor tuviera los días contados.
YOU MADE MY DAY
Me hiciste el día
como un versículo sacado del Génesis
como si de forma adánica se materializaran
las montañas, los arrecifes de coral y todas
las formas de un golpe de palabra
como diosa rabiosa
de alguna mitología ancestral
asentaste la superficie plástica
como legos aplanados y edificaste
sobre ellos árboles y estepas de pixeles Mine
craft
añadiendo complejidad al paisaje vacío
levantando paredes, trazando rutas
que conducen hacia un sótano
sin fondo
en caída libre como el mulo en el abismo
donde el cielo mide apenas seis metros cuadrados
y la palabra se vuelve objeto tridimensional
impreso en un futuro recuerdo
me hiciste el día esta vez
pero jamás me podrás hacer la noche
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Alex Lima (Guayaquil, Ecuador, 1975). Se mudó a Brooklyn, New York a la edad de 15 años. Es autor de cinco libros de poesía Inverano (2008), Bilocaciones (2011), Alba (Artepoética, 2015), Híbrida cíclica (El Ángel Eds., 2017) y Mesa de contentos (Valparaíso USA, 2019). Sus poemas han aparecido en revistas y antologías dentro y fuera de los Estados Unidos. Entre su producción académica se destaca su investigación sobre Juan Bautista Aguirre: Conciencia lírica de la nación ecuatoriana (2017), los “Desplazamientos en la trilogía de Jorge Eduardo Benavides” (Lima, 2018) y la poesía reunida de Róger Santiváñez (Artepoética Press NY). Alex
Lima también ha servido como editor de Hybrido magazine , como colaborador de The Americas Poetry Festival of New York y como Director Ejecutivo de Latino Arts Council of Long Island, lugar donde reside y ejerce como profesor adjunto de español en Suffolk County Community College (SUNY).