Víctor Maraña

Víctor Maraña

La Ruta, de Isaac Gómez

17 February, 2019

Hace un par de semanas tuve el privilegio de platicar con algunos de los artistas escénicos más importantes de nuestra ciudad: Isaac Gómez, Sandra Márquez y Karen Rodríguez,autor, directora y actriz, respectivamente de la obra La Ruta, que se presenta en el icónico teatro Steppenwolf.

La obra se centra en las desapariciones y feminicidios de Ciudad Juárez. Isaac conceptualiza magistralmente esta catástrofe al mostrar todos los ángulos del problema a través de personajes femeninos que si bien no tienen relaciones cercanas, recuerdan cada una de ellas a miembros de una familia disfuncional. Y es que las mujeres de Juárez se han dividido en diferentes grupos desde que las desapariciones empezaron. Isaac muestra a las víctimas, a las partícipes (víctimas también) en los feminicidios, a las que luchan por un cambio, a las que se dan por vencidas, a las que lloran, a las que ya no están. Es esta gran paleta de personajes lo que hace de La Ruta una obra tan cercana y tan universal como una Antígona.

El montaje, lleno de música en vivo interpretada por la gran artista Laura Crotte, envuelto en una escenografía onírica (alejada del realismo característico de Steppenwolf) creada por Regina García, dirigido con una sutileza poderosa llena de imágenes conmovedoras e inolvidables por Sandra Márquez y actuado por un elenco entregado en cuerpo y alma con Karen Rodríguez al frente, hace honor a la memoria de todas las mujeres que ya no están.

 

Al entrevistar a Sandra, Isaac y Karen sobre cómo abordaron esta obra, fue claro el compromiso, más personal que artístico, que todos ellos tenían hacia su trabajo. Con lágrimas en los ojos, Isaac hablaba sobre sus viajes y entrevistas a mujeres de Juárez. De lo afortunado que se sentía de haber podido escuchar de viva voz historias de mujeres que le pedían, también con lágrimas en los ojos, que contara su historia. Pues lo peor que le puede suceder a una sociedad es ignorar y olvidar la catástrofe que la nubla.

Para Karen Rodríguez, quien nació también en una ciudad fronteriza, abordar al personaje de Ivonne fue convertirse en vehículo de todas esas voces perdidas en La Ruta. Usar los miedos que vivió en su infancia y los que llegaron después, fue parte fundamental de su interpretación, pues su trabajo logra transmitir los más oscuros sentires de alguien que apoya involuntariamente la terrible maquinaria de la trata de personas. Durante la entrevista, enfatizó en varias ocasiones que no hubiese podido lograr esas profundidades sin la guía de Sandra Marquez, su directora. Y es que dirigir esta obra requiere una visión que pueda encapsular un universo en una hora y en diez metros cuadrados.

 

Sandra, por su parte, comentaba que para lograr este universo fue necesario un equipo creativo que pudiera entender su visión y trabajar hacia ese mismo objetivo. En sus palabras, ella sólo tuvo que poner a todos en la misma mesa para que la obra cobrara vida. Sin embargo, su trabajo consistió en muchísimo más que eso. Así como el trabajo de cualquier buen director de orquesta, el trabajo de Sandra es invisible y se concentra en dejar al otro brillar por medio de la coordinación de todos los demás elementos. Ésta es una de las mejores características de la obra, pues Sandra logra crear un verdadero ensamble que trabaja en armonía y que logra un balance perfecto entre intensidad y delicadeza.

Otro gran acierto del montaje, responsabilidad también de la dirección de Sandra, fue la creación de escenas por medio de imágenes sumamente estéticas, comprimidas y emotivas que se quedan en la memoria del espectador mucho más que las palabras mismas. Solo con ocho mujeres, Sandra logra mostrarnos una sociedad entera, una comunidad femenina que ríe, llora, se da la espalda, se apoya incondicionalmente, y que sobre todas las adversidades se mantiene unida.

Al final del montaje, una mujer que pierde a su hija se encuentra devastada al lado de las cruces rosas. Detrás de ella, las demás cantan, le cantan para darle fortaleza, se acercan a ella para que se levante y siga adelante. No importa si decidirá caminar hacia la resignación o la lucha, lo importante es que se levante y siga caminando.

 

 

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Víctor Maraña es actor y miembro del consejo editorial de contratiempo.