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“Remember Me/Recuérdame”: El cruzar del puente del recuerdo

8 August, 2018

El 2017 seguramente se quedará grabado en nuestras memorias gracias al primer año en poder del presidente número 45, el cual se dio a pesar del — o gracias al — marcado desprecio con el que como candidato despotricaba ese mismo contra los inmigrantes y en particular los de ascendencia mexicana.

Sin embargo, sorpresivamente, el mismo año nos brindó que el panorama de la cultura popular norteamericana se empapara a nivel masivo precisamente de elementos de la cultura popular latina.

Marcó hito el año al verse el mundo de la música pop mundial dominado por “Despacito”, canción reggaetonera de Luis Fonsi y Daddy Yankee con Justin Bieber de invitado, la cual llegó a ser la primera canción en español en más de dos décadas — desde la “Macarena” — en pasarse semanas y semanas en el primer puesto de Billboard Hot 100, logro que se le ha atribuido en partes iguales a los efectos de la globalización y el internet, la creciente población latina del país, y por supuesto, la presencia del ídolo Bieber.

Pero la tonadita aún más pegajosa que cautivó miles de oídos — y de paso añade a través de sus notas musicales una serie de elementos culturales mexicanos al vocabulario cultural norteamericano — es la de la historia animada de los estudios Disney/Pixar, centrada en la familia, el Día de los Muertos y el poder de la música y del recuerdo. Se trata de “Remember Me/Recuérdame”, el tema central de la película Coco.

Coco llegó a ser la producción más cara en la historia del cine norteamericano cuyo elenco de actores e ilustres asesores (los cuales incluyeron el caricaturista chicano Lalo Alcaraz y como consultor musical, Camilo Lara del Mexican Institute of Sound) es mayoritariamente hispano/chicano/latino/latinx y a la fecha, es la película más taquillera y más vista en toda la historia cinemática de México.

Pero más allá de lindas imágenes y tierna historia diseñada para emocionar (y seguramente impulsar la comercialización exitosa de muchos productos), el punto central de la película se cristaliza en la canción, “Remember Me/Recuérdame”, en la cual cobran fuerza los valores de nosotros, los que vivimos en espíritu y/o cuerpo de ambos lados de las fronteras.

 

 

CC BY 2.0

 

La cantan en dueto Miguel en inglés y Natalia Lafourcade en español. El primero es estrella estadounidense de ascendencia afroamericana y mexicana, quién se ha distinguido recientemente por envolverse en sarape al cantar sus sensuales canciones de R&B, después de haberse vuelto a relacionar con familia y raíces en Zamora, Michoacán. Lo acompaña Natalia Lafourcade, cantante mexicana de pop quien en el 2017 fue otorgada dos Latin Grammy por su última obra, Musas, compilado de canciones inolvidables del clásico cancionero latinoamericano en el cual la acompañan Los Macorinos, quienes cantaran con Chavela Vargas.

“Remember Me/Recuérdame” pide que no nos olvidemos de los que han partido y en Coco, hace referencia directa al trama que se desenvuelve en relación a los muertos que no pueden regresar el Día de los Muertos a visitar a sus endeudos en la tierra si se les ha olvidado, ya que el viaje solo se permite cuando sigue vivo el muerto en la memoria de alguien quien haya colocado su foto en una ofrenda.
Más el subtexto de la canción son el poder de la memoria y la manera en la que los recuerdos forjan un puente entre dos mundos, idea concretada en una de las más bellas imágenes visuales de la película, el puente hecho de cempasúchil por el cual viajan de ida y vuelta los muertos al pasearse a la tierra para visitar a sus parientes.

El puente también evoca la series de vaivenes de las migraciones del pueblo mexicano y los que partieron de su tierra quizás con poco más que sus recuerdos — cruzando puentes entre un pasado y un futuro, entre miembros de familias separadas, y entre los dos idiomas de una nación que se reparte de ambos lados del Río Grande. La canción marca justo esa dualidad y ese vaivén en la persona de sus mismos cantantes — Miguel y Natalia Lafourcade — quienes por medio de sus últimos proyectos individuales también han creado puentes musicales entre sus diversas raíces culturales.

Y de paso y en otros sentidos, Coco también nos permite recordar con cariño la existencia de otro México — creativo, emocionante, lleno de color — que dista mucho del México narcotraficante y violento al cual constantemente le dan protagonismo los medios.

Porque sin la memoria y sin nuestros recuerdos, ¿quienes seríamos, quienes somos? De ese vórtice emocional creado de pedacitos de lo que recordamos, vamos construyendo lo que consideramos nuestro ser, destilando una identidad definida por los cruces y vaivenes de tantas fronteras. Y esos recuerdos, idealizados y quizás un poco fosilizados, brillantes de tanto pulir mental, mientras permanezcan vivos en nuestra memoria, podrán seguir alimentando nuestra existencia de ambos lados del puente.