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Ganador y finalistas del quinto premio de Poesía Juana Goergen

8 April, 2024

El Festival Internacional de Poesía en Abril y sus organizadores, DePaul University y contratiempo, se complacen en anunciar los resultados del V Premio de Poesía Juana Goergen

El jurado, compuesto por Carmen Ollé, Fermina Ponce y Róger Santiváñez –ganador de la cuarta edición de este certamen–, y con la coordinación de Silvia Goldman fungiendo como secretaria, seleccionó de manera unánime el poema  “Alejandra Pizarnik y sus 4 hermanas muñecas, Alfonsina, Sylvia, Antonieta Rivas y Virginia”, firmado por “El tren de las ocho”, el que, una vez abierta la plica, resultó ser el seudónimo de Alejandro Pérez-Cortés.

Del poema ganador, el jurado destacó la forma en que “recrea el trabajo poético de la autora argentina Alejandra Pizarnik a través de la autodestrucción y el ‘desgarre’ para crear una realidad mórbida y nocturna en sus lectores” indicando, asimismo, que se trata de un lenguaje que, oscilando entre la validación y la entrega, va hilvanando la historia. De este modo, el poema se contiene a sí mismo, como una gota, como una certeza, como una sentencia. 

De la misma manera, el  jurado ha seleccionado, como único finalista, el poema  “No-visiones”, firmado por “Iwana de la noche”,  que resultó ser el seudónimo del poeta Álvaro Hernán Leiva Ramírez. De este poema, el jurado ha destacado la forma en que “nos presenta al poeta vagabundo como paradigma en las calles de Nueva York. Repasa la realidad política y social de los Estados Unidos e incorpora en sus visiones la poesía latinoamericana con un subyugante lenguaje coloquial”.

 El jurado, asimismo, agradece a todos los participantes de este certamen el haber compartido sus textos inéditos  y celebra el crecimiento de las voces poéticas en español dentro de los Estados Unidos.

 


 

 

ALEJANDRA PIZARNIK Y SUS 4 HERMANAS MUÑECAS: ALFONSINA, SYLVIA, ANTONIETA RIVAS  Y VIRGINIA.

ALEJANDRO PÉREZ-CORTÉS

 

– Alejandra, háblanos de las muñecas de esa foto.

– Sí, yo estaba en la foto, y en esa foto no quise salir yo. Estaba allí, pero arranqué la parte donde

estaba yo;

pero esas, en la foto, son las muñecas de la noche de la última navidad en que fui niña;

allí estaba yo 

con las muñecas: la muñeca verde Alfonsina, la muñeca azul Sylvia

la muñeca roja Antonieta Rivas, la muñeca rosa Virginia.

Después de la noche de la última navidad en que fui niña la muñeca verde Alfonsina, se arrancó

los ojos, entonces se llamó apagada.

Después de la noche de la última navidad en que fui niña la muñeca azul Sylvia, se cortó la

cabeza, entonces se llamó asustada.

Después de la noche de la última navidad en que fui niña la muñeca roja Antonieta Rivas, perdió

las piernas, entonces se llamó atrapada.

Después de la noche de la última navidad en que fui niña la muñeca rosa Virginia, perdió los

brazos, entonces se llamó burlada.

Allí no quise salir yo en esa foto. No tengo la parte donde salía yo en la foto. 

La quemé. Solas quedaron las muñecas. La quemé cuando se acabó lo de ser niña.

No me preguntes. No quieres saberlo.

 

Del reverso de la foto de las muñecas Alejandra nos lee: 

declararía que esta mañana es el poema más lindo de mi vida si no fuera porque la mañana es

una muñeca tuerta ¿cómo desvestirme de esta condición humana?

Me siento como el animal que ha sido librado del matadero

y condenado a ser feliz, pero otra vez, la mañana me guiña el ojo con esa mirada tuerta.

¿Por qué el corazón me mira de esta manera?

 

Lo hace sin manos. Ella.

Cuando escribe se quita las manos. Tiene una colección de garras. Garras de tigre, 

de oso, de águila, de león. A ellas recurre cuando lápiz pastillas, cuando lápiz sobredosis.

 

Garras de tigre, de oso, de águila, de león.

El desgarre ese que sentimos en los ojos cuando leemos a Alejandra. Esto lo explica.

 


Alejandro Pérez-Cortés (Colima, México): desde 1996 sus poemas  y cuentos han aparecido en cuatro  antologías: “Jaula de Versos”( 2000 Colima),  XVI Concurso de Creación Literaria del ITESM” (Zacatecas, 2002),  Soundings from the Salish Sea”(Edmonds, Washington, 2018). En el 2022, publicó los cuentos “Enferma de estar en Zoom” y  “Cuentos que Suman”. En el 2020 recibió el Premio de Poesía Octavio Paz de la National Poetry Series y Miami Dade College con su mansucrito “Ima y Coli son el árbol que nunca fue semilla”.  Actualmente enseña español en el estado de Washington.

 

 

NO-VISIONES 

ÁLVARO HERNÁN LEIVA RAMÍREZ

 

I.              No-visiones Made in the USA

Gran hermano, barba ceniza volcánica, nieve perpetua.

Esto es todo lo que puedo contarte.  La velocidad del arte borra la matriz de mí.

Pobre confundido. Destierro. Encierro. 

Amortiguación del amor en el colchón sacudido por el despertar.

Allí abajo están las calles repletas de cabezas negras con franjas rojas.

Han asaltado el capitolio. 

Gran Walt, te escribo desde cerca. A solo unas cuadras de aquí, hay un boliche polaco.

Podemos tomarnos una sidra de manzana como en el sur de Chile.

Walt, no estés triste. América regresa después del spot publicitario.

Enviar la correspondencia a West Hills, Long Island, Nueva York.

Gran hermano.

 

       II.            No-visiones de mármol

Gran Rubén, te mando un poema para que imagines que en tus tardes de ocio lees un poema mío, 

que son muchas, las tardes, me refiero, en Valparaíso, Chile.

Posdata: tengo una copia de la primera edición de Azul que compré en La vega, Mercado de abastos.

Gran Rubén, ves las llamas consumiendo esa gran torre de mármol de carrara. ¿Las ves?

Gran Rubén, estoy desde hace meses encerrado. 

Puedo dirigir estos versos a Aduana de Chile, Valparaíso, Chile.

Serán sanitizados por autoridades de salud y deberán contar 

con el pase de extrañamiento que dejaron las idas y venidas a este no-lugar.

 

      III.           No-visiones del desaparecer de los parques

Desde aquí sentado en la barca río abajo,

Me quito la astilla del ojo que no me deja ver.

Mujer de color tenue con triste mirada. Partiste de la cordillera 

A la tierra azteca y de ahí no se te vio por estos arenales. 

Illapel

Mole de piedra con incrustaciones de cielo cuarzo.

Las estrellas de Nueva York.

La primavera brota en el Central Park 2020.

Sigue la marcha humana del estallido.

Visité tu casita en Montegrande, no estabas, habías salido de viaje.

Las relaciones epistolares deben perdurar –a pesar de los años

Mi dirección postal es Hempstead, Nueva York.

   

      IV.        No-visiones del crematorio

El mascarón. ¡Mirad el mascarón! 

¡Cómo viene del África a New York!

Poeta en Nueva York. Federico García Lorca

 

Federico ha atravesado este puente que cuelga en el aire

Acero más acero, fuego sin control.  Carnicerías vacías de entrañas y músculos.

Centros de patinaje convertidos en campos de batalla romano.

Lienzos de piel negra, amarilla y roja. Cabellos recogidos. Mantas en el suelo.

Camping monumental del caos y la anarquía.

Letreros en el suelo, iluminación de la noche.

La noche se ilumina, buen amigo.

El poeta se pasea por Nueva York. La ciudad está tomada por los cuatro 

Costados. La manzana se confita en su dulce lamento.

Domicilio eterno: F G Lorca.  Residencia de estudiantes, Madrid, España.

     

      V.          No-visiones del sepulcro

Sigues acostada en ese sepulcro-lenguaje-vagabundo.

Nadie lee ni un carajo de poesía.

Eso sí, hay enamorados que te dejan flores. 

Pero morir no fue tu única muerte. 

Antes siempre hubo un viaje sin rumbo ni nombre.

Julia de Burgos, Harlem, New York.

 


Álvaro Hernán Leiva Ramírez (Santiago de Chile, 1967), poeta, escritor, docente. Ha publicado los libros de poemas: Bienvenido a bordo (Santiago, 1990), Exit only (Buenos Aires, 2001), Roquerío 68 (Santiago, 2008), Ciudad Tropelía (Santiago, 2009), Iwana. Collected Poems (Hawai, EE.UU., 2014). Sus poemas también han aparecido en diversas revistas y antologías en Argentina, Chile, España, Estados Unidos y Venezuela. Actualmente es profesor visitante en Berry College en la ciudad de Rome, Georgia.

Crédito de Foto: Jorge Aceituno