Doña Masas

Doña Masas

Horróscopos: Abril 2023

31 March, 2023

Dicen los poetétricos que abril es perverso y cruel. Por eso, los contratiemperos del 2023 han decidido revivir a Doña Masas (aka Doña Edamame Guisant du Petit-Pois en círculos más viciosos y pretendientes de la academia hecha smoothie de energía y fibra cultural). 

Después de rodar por los arrabales, la doña debutó allá por el #23 de esta revista, en mayo del 2005… hasta ser echada a pataditas laterales por irrespetuosa… y por sus liasons dangeReuses con l’oculto. 

A petición del púbico, Doña Masas se sacude a lo genie del baúl de los recuerdos de contratiempo y, entre difuntos (porque los vivos ponen demandas…), rebusca respuestas indiscretas de litenvergadura 

 

Aries: Cuando a los arianos les da por Darío, se beben todo el tintero de la profanidad gramatical olorosa. Está linda la mar Margarita… que aDuras penas te voy a contar un cuento. Pero ya los corales y arrecifes de la mar están muy cacados por chivitos destructores. Mejor léanse a la neoMistral con botas de combate en tierra firme, porque Neftalí, tan asesinado como tan mal padre, como que no. Pero si insistes, cabra cursilona, recita a lo Tirso de Molina: ¿es mi esposo ese galán…? 

 

Tauro: Derretida su cornamenta por el llantén de leer al acuariano Bécquer y sus rimas de la “es-teta-del-sentir-miento”, los toritos de balcón esperan impacientes el regreso de las golondrinas. Pero como pasión añejada por siglos de comején, lo que a su lado aterrizan son pichones contaminados y desplumados que les picotean los ojos con ansias de drogadicto. Tarromaquetas, suelten ya a la Pizarnik y suspiren a lo florón silvestre con Louise Glück. Translate after me: It is terrible to survive / as consciousness / buried in the dark earth

 

Géminis: Los gemelos tragan dantepurgantes para aliviarse del culto a Whitman o la indecencia del yo-yo, y de la perretaLorca de “desechad tristezas y melancolías… quiero llorar porque me da la gana”. Los mellizos adoran los libros y los husmean buscando errores. Del horror chillan como Ginsberg en Cuba, erotizado por asesinos de la poesía. La virtud virtual no es tocinillo del cielo humano y los milagros son escasos en las sopas de letras enlatadas.

 

Cáncer: Los cancerianos circunstanciales son desagradecidos que detestan a Proust y aman a Neruda por consigna generacional obligatoria. Leen parados en un solo pie, por lo del desequilibrio que demanda el arte comproYmeto. Después de un veloz taco con polvito de pita, amor, pita en plena catedral —que la octava paz sea con vosotros—, los cancerianos de pata diestra corren a desahogarse a la casa verde, esa de bombillitos de burdel filipino.

 

Leo:A los leoncitos les gusta maullar arrastrando cascadenitas por las casas espirituales, tan isabelinos y católicos mis aristogatos. Después, románticos y estéticos, pelan uvas gordas con lengua habilidosa mientras leen a la Brontë. A veces se autoflagelan las nalgas con Bukowski el antihigiénico. Luego chupan jugosos hollejos de mandarina. Ya por joder, de madrugada mandan misivas anónimas con citas de la Doña Bárbara de María Félix, tras empinarse tres o cuatro tequilas. 

 

Virgo: Las vírgenes sirenas salpicadas a tierra por la marea odian leer al revés, ejercicio tan sugerente. Por eso se retractan de Parra el imaginario, pero les encanta saltar a la rayuela marcha atrás y cortar-Al-azar ingleses como si Borges en un mes-quitas-si-me-das. Devotos del contingente encandilador de arepas en levitación, saben mucho del amor con cólera. Échamelo, dicen ecuánimes y prácticos, que eso se cura con dos cucharadas de Sal Andrews.

 

Libra: Eliot, Cervantes y Unamuno se emborrachan en un bar. Del otro lado de la barra, tomándose libertades liberadas de la tentación, chapotea Óscar Wilde mandándoles mensajitos con emojis… “we are all in this gutter [bigCaca emoji] gurrls… but some of us are looking at the stars [smileycon con estrellitas en los ojos]”. Que lo mágico de vivir en la alcantarilla es no saber que arriba se suicidan los estrellados. Venga ya, suelten tanto libraco de poetrastos trágicos.

 

Escorpión:  Sonetos de vampiros de Stoker ansían los escarabajos, que ya tienen comprado el frac de lentejuelas y los tacones pa´l viaje a Estoelcolmo. Mientras, en un oscuro café chilango se arañan a lengüetazos Sylvia Plath y Sor Juana, a punto de caramelo sus perlitas pezones. Miguel Hernández, en cuclillas al micrófono del slam, se lamenta de que el fascismo aún nos aceche y pregunta: quién sueña con ordeñar cabritas. Carlos Fuentes y Dylan Thomas se miran, asustados. En eso entra Lemebel…

 

Sagitario: El mundo alucinante de fuenteovejunas e injusticias es lo que apasiona a los centauros. Se creen los chefs del gran almuerzo lezamiano, y sueñan codo-con-coño con poetiZas a la Dickinson pero en realidad sus libroteques se disuelven en arenas movedizas de frivolidad. A menudo lanzan coces, queman bibliografías enteras y se dedican al saqueo estomacal contagiados por la autoridad. Anarquistas sin plan, lanzan el arco del barco y se roban las flechas a lo Mark Twain.

 

Capricornio: Decirte quiero cabrón que un Juan Ramón Jiménez cualquiera, montado en un unicornio marrón huyéndole a la boquita pintada de Puig, puede ser poesía. Y para que te la imagines, reléete a Calderón sans barca bailando con Mishima, o a Poe susurrando guarradas a la Sontag, metiéndole mano brujeril más allá de Manhattan. Ni Chaquespeare se acerca al rollo caprichoso de estos carneros dichosos de chamuscar letras con sus patas en la cima de sus molcajetes volcánicos. 

 

Acuario: A horcajadas, los acuarianos se ponen sobre el pecho a la mujer nutria de Breton y bucean como de Burgos en el Caribe y la Gertrude en París. Considerándolos en frío, son hombres rana y mujeres con tentáculos no urinarios. Les gusta lanzarse a pozos crepitantes con Vallejo mientras se burlan del cubismo barroco del Alejo y, como siempre andan entre pasos perdidos por irregulares, les divierten mucho los bolsillos repletos de piedras de la Woolf.

 

Piscis: García Márquez sólo se traduce con los piscianos elevados, que los menospreciados prefieren gritería con Kerouac y simbolismos de Mealarmé. Antes de esa orgía de la lírica, empaquen almuerzo, vino barato y recojan a los poetiesos del barrio. Les recomiendo granizado de coco con leche condensada de postre, o sea, versitos empalagosos recitados por las bisnietas de Gómez de Avellaneda. Peces, gocen la crueldad de la primavera, que del infierno estival nos avisará el vendaval.