Esmeralda M. Guerrero

Esmeralda M. Guerrero

Los tejidos de Melissa Leandro

5 July, 2019

Hace unos días visité a Melissa Leandro en su estudio en East Garfield Park, Chicago, para saber más de su arte y cómo sus orígenes in- fluyen o han influido su obra. Inevitablemente la conversación nos llevó a compartir las coincidencias que vivimos los inmigrantes en Estados Unidos, aunque Melissa nació y creció en este país.

Los padres de Melissa son costarricenses, se mudaron a Miami sin conocer a nadie, no hablaban inglés y no tenían oferta de trabajo, sin embargo comenzaron a trabajar de inmediato y cuando pudieron se registraron en   la escuela para aprender inglés. Un par de años después Melissa y su hermana nacieron en esa ciudad y crecieron visitando Costa Rica durante los veranos  e  inviernos. “Mi madre es de San Isidro Heredia y mi padre es de Santa Bárbara Heredia, son provincias rurales muy cer- canas una de otra” me cuenta Melissa con entusiasmo. “Toda la familia está allá, viven en las montañas, mi tía tiene una granja de gallinas, allí nos hospedaban cuando visitabamos Costa Rica y después de un par de semanas, volábamos de regreso a la ciudad de Miami que es tan diferente de la granja en las montañas”.

 

En Costa Rica, el padre de Melissa trabajaba en una finca cafetalera y su mamá era secretaria. Cuando emigraron, él encontró trabajo en la construcción y ella haciendo limpieza doméstica. “Mis padres siempre han sido muy trabajadores, cuando crecimos, mi hermana y yo los acompañábamos para ayudarles. A veces íbamos todos a enyesar paredes o techos, también ayudabamos a mi mamá a limpiar casas o alfombras de hoteles”.

Hace un año, Melissa montó una exhibición en la galería de Efraín López. En medio de la sala había una instalación en homenaje a su padre: “Tropical 2018”. La instalación consistía en dos bases de corta altura, parecidas a un altar, cubiertas con una tela plastificada, que recuerda los manteles usados en las zonas rurales de Latinoamérica, a las que Melissa agregó una especie de sello bordado, alrededor de las bases se situaban trozos grandes de yeso que envolvían frutas artificiales. “De vez en cuando mi papá me envía esculturas hechas de yeso o concreto por correo, a veces son pequeñas personas sin cara, figuras sencillas de yeso, otras veces son frutas o tortugas, ¡Son rarísimas! Él y yo no conversamos tanto como lo hago con mi mamá, pienso que esa es su mane- ra de comunicarse conmigo, de mantenerse en contacto y de mostrarme que él también es creativo”.

Le pregunto a Melissa si sus padres la apoyaron cuando quiso ser artista, ella responde: “Sí, siempre. Mi hermana también es artista, mi mamá nos inscribió en clases de arte desde que éramos pequeñas, porque eran gratuitas, no tenía los medios para ponernos en clases de gimnasia o baile, pero aún teniendo la limitación del dinero y el idioma, mi mamá buscó las clases públicas de arte especializadas que sabía me podían servir. Mis padres han trabajado incansablemente para que yo pudiera ir a la escuela de arte y obtener mi grado académico, y para que mi hermana pudiera ir a la escuela de cine y efectos especiales”.

 

 

Melissa se mudó a Chicago para estudiar en School  of the Art Institute of Chicago (SAIC), donde ahora da clases en el departamento de fibras y textiles. Su obra es fascinante, a primera vista pareciera que sus dibujos y pinturas están hechas con un pincel, y sin embargo, la característica de la obra de Leandro es que son tejidos y bordados trasladados desde su cuaderno de bocetos que, ella dice, provienen de las experiencias que acumula  cada vez que viaja. “Mi arte es acerca de la manera en que crecí, yendo y viniendo de Costa Rica a Miami, y ahora de Chicago a Miami, y de eso hablo cada vez que doy una charla o expongo mi arte, hablo inglés la mayor parte del tiempo, nací y crecí en Estados Unidos, pero  soy costarricense; es una situación extraña, pero al mis- mo tiempo, quienes vivimos una doble cultura tenemos una vivencia más diversa. Mi arte teje y entrelaza capas, formas y colores y esa es la manera en la que siento mi vida y mi identidad personal”.

 

Mesa de Frutas no.2, Table of Fruits no.2, 2019

 

                   Navy drift, 2018                                                                                         afternoon repeat, 2018

 

Cositas de casa, House things, 2018