Elio Leturia
Myrna Salazar, el destino de un ícono
30 August, 2022
La sorpresiva noticia de la súbita partida de Myrna Salazar el pasado 3 de agosto se extendió como un reguero de pólvora, y no era para menos.
Y no solamente en la comunidad de las artes y la educación en Chicago. Myrna Salazar se había convertido, desde hace muchos años atrás, en un emblema de latinidad en la ciudad y por extensión en el país.
Conocí a Myrna desde el escenario, cuando una gélida noche de marzo del 2009 asistió a una función de “El lunes de León Rodríguez”, obra inspirada en “La muerte de un viajante” de Arthur Miller que escribiera Raúl Dorantes para Aguijón Theater. Era mi primer montaje con la compañía, y para mi inesperada fortuna, tenía el papel protagónico de la obra que dirigió Marcela Muñoz. Personificaba al Willy Loman latino quien luchaba con sus demonios en Chicago.
“¿De dónde saliste tú?”, me preguntó Myrna al final de la función, indicando que le había impactado la obra. Le conté un poco de mi reciente retorno a las tablas, tras un largo hiato desde mis días de actor en mi nativo Perú. Por supuesto que yo ya había oído sobre ella a través de mis compañeros de Aguijón.
Es que Myrna era todo un personaje, desde su manera de vestir, elegante y reservada, a su modo de hablar, tan modulado y con esa voz grave, elocuente e inconfundible. Lo que en ese momento no conocía era su empuje, empeño sostenido y determinación en apoyar a la comunidad latina, sea cual fuere su procedencia o agenda.
Fui conociendo a Myrna a través de eventos formales y reuniones con amistades en los que coincidimos con el pasar de los años. Me di cuenta de que todos conocían a Myrna Salazar, que de una u otra manera ella compartía un capítulo en sus vidas. Desde sus días como directora de desarrollo económico apoyando a pequeñas empresas a conseguir préstamos, a su trabajo en la Junta de Educación de Chicago, Myrna había tocado la vida y experiencia de un sinnúmero de personas.
En el campo de las artes, su empeño por destacar a los artistas locales la había llevado con Trina Navas a establecer la primera agencia de talentos latinos en Chicago. Cuántos actores recuerdan a Myrna abriendo sus puertas a los medios de comunicación, no sólo como agente sino como consejera y aliada. Es que Myrna tenía ese don de apoyar incondicionalmente, de ser directa, y descubrir en cada uno el potencial de contribución a la representación latina. De la misma manera lo hizo como directora de mercadeo del Centro Internacional Cultural Latino de Chicago, que entre otras actividades produce el Festival de Cine Latino.
En septiembre del 2020, en plena pandemia, tuve la oportunidad de entrevistar a Myrna y a su equipo de la Chicago Latino Theater Alliance (CLATA), organización que ella cofundara en el 2016 para promover al teatro latino, teniendo como esfuerzo principal el festival internacional anual “Destinos”. Ella fue la responsable de dirigir tan importante foro de representación artística para todos los latinos de nuestra ciudad, abriéndolo al país y a Latinoamérica. Era el cuarto año del festival y a pesar de las restricciones del teatro en vivo, Myrna había ingeniado con sus colegas cercanos, en vez de cancelarlo, a llevar a cabo una versión, “Destinos al Aire” en el ChiTown Movies del vecindario de Pilsen.
La voluntad de Myrna siempre se convirtió en un hecho. Su esfuerzo no daba espacio a ningún atraso o derrota. Su trabajo era incansable y su energía desbordante.
En esa entrevista, llevada a cabo dentro del programa virtual “Aguizoóm” producido por Aguijón Theater como alternativa a la imposibilidad del teatro en persona, dentro de los nervios de la trasmisión en vivo, llamé a la carrera de Myrna, “milenaria” en vez de “legendaria”. Es que en mis pensamientos Myrna era una figura omnipresente en todo evento cultural en la ciudad.
El día de su partida fue como cualquier otro, trabajando con sus colegas, participando en reuniones y preparando la quinta edición de “Destinos” que abre en un mes, buscando el apoyo de los medios de comunicación, que, como habíamos conversado en varias oportunidades, era un desafío constante al que enfrentaba sin tregua.
El destino de Myrna Salazar, puertorriqueña de nacimiento y latina de corazón, es un espacio permanente en todos quienes la conocimos, y que, con un comentario, una conversación, o una acción palpable contribuyó sin desmayo a la visibilidad de nuestra comunidad: una mujer líder de extrema fortaleza que deja ejemplos concretos de unión, progreso y solidaridad.
Elio Leturia es profesor de periodismo multimedia y diseño gráfico en Columbia College Chicago, y miembro del elenco de Aguijón Theater.