El pasado mes de abril, en medio de la pandemia y como continuación de una serie de reclamos e insatisfacciones manifestadas en las protestas que empezaron en noviembre del 2019; los colombianos se arrojaron de nuevo a las calles a protestar, esta vez, como reacción a la cruel reforma tributaria que pretendía gravar productos de la canasta familiar, cobrándoselos a un empobrecido país que apenas sobrevive a espaldas de un estado ausente, no empático y más interesado en reactivar la guerra que otra cosa. 

Las protestas estuvieron manchadas por un descarado abuso de la fuerza pública. Preocupantes cifras de muertos y desaparecidos -aún no oficiales- empañaron el ejercicio de protesta de la gente que pacíficamente ha marchado estos últimos 22 días.

La respuesta del gobierno ante la protesta ha sido mezquina. El presidente de Colombia, Iván Duque, no se ha abierto al diálogo de manera transparente, en cambio, ha intentado evadir de muchas maneras un serio diálogo con los sectores que promueven el paro. Por si fuera poco, su ex canciller Claudia Bloom difundió propaganda falsa sobre las marchas pacíficas atribuyéndole al líder opositor de izquierda, Gustavo Petro, toda la culpa de los actos vandálicos sucedidos y de la violencia en general. Para cerrar con broche de oro, el ex presidente Álvaro Uribe, ha salido en medios internacionales como CNN a culpar al ¨comunismo internacional¨ de los desafortunados sucesos que han ocurrido en Colombia. Aparte de este circo político, en ningún momento el presidente Iván Duque ha admitido siquiera que hay razones legítimas para el descontento del pueblo al que ha atacado con una violencia más propia de alguna dictadura de hace dos décadas, que de un gobierno democrático que ha firmado un proceso de paz y que se encuentra en el camino de la reconciliación. 

Otra de las cerezas de este pastel ha sido el papel de los medios de comunicación tradicionales que han cubierto de una manera oficialista y falsa la protesta que arrancó el pasado 28 de abril. Medios como Semana y RCN se han concentrado en deslegitimar la protesta, enfocándose en los hechos de vandalismo sobre los que han especulado irresponsablemente. Sin embargo, las redes sociales y los medios independientes han salvado la batalla. Gracias a los videos que se han dado a conocer en Twitter desde la misma protesta, y a ciertos medios independientes que han cubierto responsablemente lo ocurrido; la prensa internacional ha replicado; mostrando al mundo la gran violación de derechos humanos que está ocurriendo en Colombia, amparada por el incompetente gobierno de Iván Duque.

La serie de portadas que verán a continuación se para en el medio del humor negro y de la crítica explícita al papel de los medios de comunicación en el ya mencionado contexto. Medios que parecen alejarse cada vez más de su rol como perro guardián; vendiéndose a la dictadura del clic y, por supuesto, a intereses económicos que ponen en duda la calidad de información que difunden masivamente. Y también critica de alguna manera al rebaño de audiencias que siguen bebiendo de la teta de la propaganda oficial. 

 

Serie: ¿Para qué leer un periódico de ayer?

Contenido, Edición, Diseño Conceptual: María Ximena Pineda Lara

Arte y Diseño Editorial: Laura Estefanía Bustos Pineda

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María Ximena Pineda es una escritora, periodista y editora colombiana graduada de Literatura de la Universidad de los Andes. También tiene una especialización en periodismo de la misma universidad y una maestría en escritura de guión de DePaul University en Chicago. Además se ha desempeñado como guionista de telenovelas para canales como FOX latinoamérica y Telemundo y como columnista de varias publicaciones como Cartel Urbano (Bogotá), El Tiempo, El Espectador y en las revistas SOHO y Contratiempo. Actualmente, se encuentra trabajando en un libro de poesía titulado ¨Escenas del Apocalipsis¨. 

Laura Bustos nació en Bogotá, Colombia, el 3 de abril de 1991. Es Licenciada en Publicidad  y Diseñadora Gráfica especializada en Diseño Editorial. Realizó sus estudios en la Universidad de Palermo ubicada en Buenos Aires, Argentina. Actualmente se desenvuelve como diseñadora e ilustradora freelance con conocimientos de UX.