León Salvatierra
Poeta Internacional: León Salvatierra
31 March, 2023
En el cementerio
En Nicaragua el invierno
hace crecer el monte con aliento de cascabeles
Dos décadas de guerra, alcohol y otras quejas
habían sobrepoblado el vecindario de los muertos
Caminaba con las manos en la cabeza
de un lado para otro queriendo recordar
dónde estaba la tumba de mi padre
Los relámpagos partían lápidas de gente desconocida
Empecé a oír ronquidos que venían desde abajo
No había más visitantes
Solo una ardilla saltando entre las tumbas
Una gallina con sus pollos
picoteando excremento de perro
Un chancho a la entrada de un mausoleo
mordiendo los pies de ángeles de mármol
Me hizo pensar en los excesos de los ricos
Salté con cuidado sobre lápidas
para no pisar a los muertos
Pensé interrogarlos
pero no me atreví a interrumpir su sueño
De niño solía visitar el cementerio
Nadie sabía mi paradero
mi necesidad de ver el nombre de mi padre
las fechas de su vida y muerte
Corría sobre las tumbas, estropeando plantas y flores
capeando las coronas fúnebres de los nuevos vecinos
Es que los muertos también sienten cuando los pisas
Una vez un muerto se levantó enojado
“¿Quién hace tanto ruido y perturba este sueño con olor a barro?”
Y se hundió otra vez en la tierra poniendo el dedo índice sobre su boca
Desde entonces respeto el silencio como a un dios
Antes de irme al norte, la última vez que visité a mi padre
le dije no quiero morir en la guerra
Nada replicó, pero yo sabía que me escuchaba
Ahora tengo más cosas que contarle
que soy mayor que él cuando murió
Mi hijo lo ha visto en fotos y pregunta cómo era
No dejé hijos regados
Tampoco soy alcohólico
y aunque nunca ha sido fácil, he renunciado a su herencia
León Salvatierra Nació el día que mataron a Somoza
Yo nací el día que mataron a Somoza
A las diez y media de la mañana
como pólvora la noticia corrió
por las calles de mi barrio
Había nacido a gusto
Así me llamaron Augusto
Hubo celebración y brindis en mi nombre
Yo nací el día que mataron a Somoza
Mis padres ya habían perdido
cinco hijos. Yo había perdido
cinco hermanos. Pero salí bueno a la luz
Los ojos: ninguno de ellos inflamado
Los brazos: ninguno de ellos fracturado
Dos piernas sin marcas ni llagas. Mis dedos
pequeños, uno a uno estaban completos
Mis uñas intactas. Roja la piel con arrugas
(Pero el tiempo sabe que pasé encerrado
en el vientre de mi madre)
Nací sin llanto
Es verdad. Me estrangulaba la cuerda umbilical
pero nada se había estropeado. Mis puños y pies
se movían como frutas y ramas tropicales
Mis padres lloraron por mí. Dicen que se les notaba
en la mirada. Pues fui una noticia feliz
Yo nací el día que mataron a Somoza
León Salvatierra
(Nicaragua) Doctor en Literaturas Hispánicas por UC Berkeley y Master en Escritura Creativa en UC Davis. Es autor de Al Norte (2012, Nicaragua, primera ed. publicado también en una edición bilingüe por la Editorial de la Universidad de Nevada en el 2022) Su poesía ha aparecido en Paterson Literary Review, Poetry Magazine, The Notre Dame Review, The Best American Poetry, Jung Journal Culture & Psyche y The Wandering Song, Central American Writing in the United States. León es ganador del Premio de Poesía Juana Goergen 2020.