Jose de Maria Romero Barea

Jose de Maria Romero Barea

Vicente Núñez: Mosaicos de intertextualidad, urdimbres de referencias

5 July, 2019

Amalgama la máscara autoral información y rumor: su discurso es vehículo para una celebración fragmentaria, un constructo que aúna grafía y cinematografía: “En Himnos a los árboles [Vicente Núñez] hace interrogarse a los árboles como si se interrogara a sí mismo y de alguna forma se funde con ellos en un cierto tono panteísta, aunque esa desajenación no le desprenda de su libertad y la inmovilidad esclava de lo natural”, sostiene el académi- co Antonio Varo Baena en el ensayo “Una interpretación sartriana de los Himnos”. No en vano, quienes se ubican a sí mismos en su producción escrita rara vez salen ilesos: los en- gaños del dispositivo autoreferencial suponen amortiguaciones de lo imaginado.

Si la mejor lírica presupone meditaciones sobre la realidad a la que homenajea, plena de referencias, la obra de Vicente Núñez (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1926 – 2002) anato- miza nuestra contemporánea  preocupación por el pasado y sus tradiciones. “Su obra es  un palimpsesto”, argumenta la crítica Beatriz Martínez Serrano en “El espacio en el univer- so poético de VN”, “dado que tras la misma subyacen los ecos, la voces, las huellas, las reminiscencias y las influencias de escritores  y filósofos pertenecientes a múltiples tradi- ciones literarias y filosóficas”. La colección de exégesis Espacios y geografías del ser (Funda- ción VN, CEP Priego-Montilla, Ayuntamiento de Aguilar, 2018) refleja la omnicomprensiva obsesión del filósofo con la vinculación de tierra e identidad.

El lugar (y la fórmula) ocupan la opera omnia del autor de los Sofismas (1994), el grado en que lo encarnamos, sea a través de la etnicidad o el comportamiento, el len- guaje o el reconocimiento. Dibuja el poeta   y crítico Manuel Molina en “VN y la poesía: una lectura” un perfil donde “la mirada y el intelecto trazan una hermandad para ofrecer otra visión de lo reconocible, de lo circundan- te”. Demuestra Molina que la producción del autor de Poemas ancestrales (1980) divide su atención entre lo que conoce y sus malesta- res, sin contraerse al solipsismo. De hecho, lo contrario es también cierto: una de las mayores fortalezas del vate de Rojo y sepia (2007) es la forma en que ubica la experiencia individual en la colectiva.

 

 

Su iteración de cuestiones sobre la perte- nencia elude lo autoreferencial, lo personal es siempre político en una  exploración  inflexa de sensibilidades privadas que permean ver- sos uniformados por la prosodia. Argumenta la profesora y crítica Leonor María Martínez Serrano, en “Poéticas de lo fragmentario: una aproximación a Teselas para un mosaico”, que “todo poema es, en última instancia, un fragmento de tiempo y un pedazo de espacio arrebatados de cuajo al fluir de la vida”. Con oído para los patrones del habla, con acen-   to y dialecto para las lingüísticas, la voz del Premio Nacional de la Crítica 1982 es más que mero ventriloquismo, “se trata”, sostiene la erudita cordobesa, “de un verdadero mosai- co de intertextualidad, de una urdimbre de referencias cultas en fragmentos breves y luminosos a lo antiguo y ancestral”.

Difícil dilucidar un pensador contem- poráneo que se haya apropiado tanto de lo extra-textual. Lejos de rendirse a la confesión, su estrategia nos permite construir una suerte de biografía literaria, ensayada sobre la pági- na, determinada en la existencia. La cadencia humana que ésta captura, sin embargo, no es solamente verbal. A través de realizaciones de complejidad, artefactos sobre la pérdida y el dolor, que abarcan una verdad universal. Ha- bita la obra del Premio Andalucía de las Letras 2002 en la borrosa frontera entre los hechos y la ficción. Irreverente, supone un conjunto de reflexiones unidas por una peripecia común, elegíaca muestra de que la historia continúa. Leerla implica saltos atléticos de imaginación colectiva: mutables estados de ánimo, luz y ubicación. Plenos de ecos y timbres, mundos en sí mismos, que se resisten al etiquetado.

Sevilla 2019