Esperanza Vives
Con el permiso de la nieve ● Paul Celan
5 April, 2021
– Un recuerdo de Esperanza Vives –
¡Oye! Aquel invierno yo todavía desconocía el significado de la palabra “nieve”. Las habitaciones de mi casa en la calle Adolf de Braunschweig aparentaban atormentar mi corazón adolescente. A mediodía, los pobres reflejos de filamentos de sol mortecino sobre los cristales y sobre el suelo de madera, con el sonido de las campanadas de las horas, eran una frontera de esperanza. Desde lo alto de mi apartamento quinceavo yo miraba por encima de los tejados y de los cerros de encinas como una torre huérfana. Miraba centellear aquel blanco ilegible y vivía aquella sensación que subyacía a la nieve justo en el corte que separaba la sobra de la luz. – Und ich war –
A -20º C Braunchwieg / Baja Sajonia era la maravillosa región solitaria de los grandes bosques. No había jóvenes, solo unos pocos ancianos que se desplazaban en coches diminutos. Recuerdo caminar en silencio mucho rato sobre la nieve, quería conocer aquel lugar y me moría de ganas de aprender aquella lengua, pero sobre todo quería cruzar un muro. Una señora de cabello blanco me había contado que Hitler también había vivido allí, por eso la calle se llamaba Adolfstrasse. Conocí a muchas mujeres de cabellos ceniza y otras de cabellos que nunca llegaron a ser blancos. Siempre me hablaban de historia . Aquel año fue también el año en que conocí a Paul Celan y a Ingeborg Bachmann; estaban al final, al final del libro de literatura de la Universidad. De eso hace más de treinta años y yo me moría de frío, no sabía nada todavía. No tenía ni idea quién sería aquel escritor cuya fotografía ocupaba la última hoja de mi libro.
Quién me iba a decir que conocería a Paul Celan tan lejos, en la calle Adolf y en el mismo año en que iba a caer un muro. El arte es aquello que no se puede explicar. No solamente lo que dice, sino cómo lo dice. Este es el misterio. Así estaba yo, rodeada de copos de nieve en aquella misteriosa Baja Sajonia, como en un eclipse.
Cada mañana iba al curso y me adentraba en la ciudad y en la poesía sin entender nada. Tuve muchos problemas para entenderlo. Las palabras me parecían amapolas. Siempre me fascinaron con su carga de misterio y seducción. Todos los días caminaba con mi libro, lenta y cautelosamente, sobre la nieve. El río Oker me seguía lleno de agua helada. Después pasaba por Löwenwalpark, Steinweg, Cellerstrasse, también caminaba sobre las tumbas del cementerio, tumbas en el centro del parque, tumbas en el aire. El silencio tiene muchas maneras de manifestarse, los edificios parecían vestidos de duelo.
Como todas las cosas de la vida, el viento y el tiempo se lo llevaron durante un largo período. En España no pude encontrar ninguna traducción y guardé silencio esperando, tal vez, a que Paul Celan me buscara: como caminos perdidos hacia Chernivitzi que se quedaron atrás en la memoria. La poesía de Celan es también silencio. Sus poemas van hacia la muerte o lo son. Como autoafirmación ética, no solo para conmemorar a los muertos en sus poemas, sino en realidad para representarlos. Celan equipara el poema con la muerte. La oscuridad poética de Celan es comunicativa. La luz y la oscuridad.
El poema se divide en tres constelaciones: Tú, yo, ellos. “Yo” sería el poeta, “Tú” el lenguaje, personificado en la figura de la madre, y “Ellos” “Nosotros”los muertos. Hablar como un diálogo con el lector, hablar para entablar una conversación. El tú, “Du” en alemán, es un elemento básico en sus poemas, pero de una forma discreta. Como el otro, el extranjero. Detrás de “Du” se encuentra la lengua, su personificación permite a Celan encontrar el lenguaje de una manera esperanzadora y desafiante en forma de interrogación. Cree que puede encontrarlo entrando en una relación con el lenguaje que oscila entre el afecto y la aversión. En la comprensión de esta relación por parte del lector el poema se abre para un diálogo con el lenguaje. En este desafío el lector lo percibe de una manera nueva. Y es que en medio de las pérdidas una cosa permaneció accesible, cercana y no perdida: el lenguaje. Así lo indica en su discurso de Bremen: “El lenguaje, Tú, el idioma, permaneciste intacto, a pesar de todo. A pesar de todo. Pero ahora tenía que pasar por su propia falta de respuestas, por un terrible silencio, por los mil eclipses de las palabras mortíferas. Ella pasó y no dijo nada sobre lo que estaba sucediendo, pasó y emergió de nuevo, enriquecida por todo”. La poesía es entonces “Yad Veshem”, que significa : “el verdadero sentido de la palabra”.
Todo es diferente de lo que tú piensas
de lo que yo creo
la bandera sigue ondeando
los pequeños secretos siguen siendo secretos
todavía proyectan sombras
¿de eso vives, vivo, vivimos nosotros ?
GW I, 284
Es ist alles anders, als du es dir denkst/als ich es mir denke,/ die Fahne weht noch, /die kleinen Geheimnisse sind noch bei sich,/ sie werfen noch Schatten, /davon lebst du, leb ich, leben wir?. Trad. E.V.
Escuché mucho y leí mucho de Paul Celan, abrí una brecha y sigue siendo difícil. Su obra requiere un encuentro, es como si estuviera confinada en el lenguaje de una forma deliberada. Su objetivo fue realizar una deconstrucción de lo poético, quebrando la linealidad rítmica, sintáctica y semántica para crear una nueva lengua que reflejase la fractura del tiempo progresivo y lineal. A veces chocamos contra lo ilegible, entrar en los poemas es caer en un agujero, un pozo. Difícilmente me parece posible decir algo general sobre la poesía de Paul Celan con la brevedad necesaria. Introdujo blancos en el cuerpo textual, usó síncopas y acortó los versos reduciéndoles en ocasiones a una sílaba o incluso a una letra, eludió los nexos lingüísticos reemplazándolos por yuxtaposiciones, utilizó una puntuación disruptiva que interrumpía el ritmo y la métrica, creó neologismos inventando nombres compuestos para aumentar la pluralidad significativa, siempre dentro de un marco de paradojas y bruscos cambios de sentido, que remiten a un lenguaje roto, mutilado. Al mismo tiempo estaba en juego el repudio de una estética, de un lenguaje de las formas por razones políticas, escondidas o implícitas. Así nace la chispa de lo maravilloso, los ojos de la nueva claridad.
Voces
Voces en el verde
De la superficie del agua
Cuando el martín pescador se sumerge
Confunde el segundo
Lo que fue cierto para ti
en cada una de las orillas
ocurre
convertido en otra imagen
Stimmen. Stimmen, ins Grün/der Wasserfläche geritzt/Wenn der Eisvogel taucht/sirrt die Sekunde/Was zu dir stand/an jedem der Ufer/es tritt/gemäht in ein anderes Bild. Trad.E.V.
Celan profundiza en el proyecto de hablar sin la voz, sin el lenguaje, habla entonces el mundo, hablan los elementos, la naturaleza, la botánica sobre todo. La poesía entonces tiene más de silencio que de ausencia de silencio. Es como la música callada. Entonces escribí algo de eso, como un intercambio, ya no tengo el texto que dejé en mi casa de Alemania.
Pero hay algo que no se puede romper, ni siquiera con la muerte, es la memoria. Las palabras son una actitud.
Paul Pésaj Ancel nació en Chernivitzi, Reino de Rumanía, el 23 de noviembre de 1920. Allí se hablaba rumano y otras muchas lenguas, pero él estudia en alemán y elige esta lengua como lengua de cultura, siempre escribirá en alemán. Con la muerte de sus padres en un campo de exterminio, su lengua materna se convierte en la lengua de los asesinos. Como él mismo dijo en su discurso de Bremen : cruzó por el idioma, por un terrible silencio, por las mil sombras de las palabras mortíferas, caminó a través de brasas sin hablar, cruzó y pudo volver a la luz de un idioma nuevo. El lenguaje es el germen de la muerte.
De niño aprende poesía Alemana: Hölderlin, Heine, Kafka. Estaba estudiando lenguas romances cuando estalló la guerra. El 27 de junio de 1942 el destino alcanzó a su familia. Al parecer Paul Celan se escondió sin sus padres y al regresar a casa al día siguiente, sus padres habían desaparecido. Para evitar ser deportado se apunta al servicio laboral. Tenía 13 años. Se entera de que su padre ha muerto y regresa a Chernivtzi, reanuda sus estudios y gana dinero con las traducciones. En 1945 escribe su poema más famoso, “Fuga de la muerte”, tratando de expresar el sufrimiento. Es un poema que, aunque también escribió en rumano, es publicado en alemán, su lengua materna y la lengua de los asesinos. Esta ambivalencia impregna toda su obra. Una obra que trata sobre sus orígenes judíos, su destino y la historia. La historia es base de su poesía. Intenta cambiar el idioma, la coherencia con la que ha cambiado su lenguaje debido a las condiciones históricas es lo que la hace moderna.
Vive en Bucarest durante dos años y cambia su nombre a Paul Celan, después llega a Viena con la ayuda de un contrabandista. Allí celebra sus primeros éxitos poéticos pero desconfía de algunas personas simpatizantes de los nazis. Conoce a la poeta Ingeborg Bachmann, pero su amor por la poeta no le impide continuar hasta París. En 1947 participa en una conferencia del grupo 47 en donde se burlan de él y le dicen “Lee como Goebbels”. En 1955 obtuvo la ciudadanía francesa, mientras tanto conoce a la artista Gisèle Lestrange y forma una familia con ella. El nombre de su hijo, Eric, es un anagrama de “Ecrie” que en francés significa “¡Escribe!”
Le acusan de plagio y esto le causa una grave depresión, ingresa en una clínica psiquiátrica. Al mismo tiempo su poesía se vuelve más críptica. En 1969 realiza su último viaje a Israel. Aunque es recibido con gusto, tampoco encuentra allí lo que buscaba. Para Celan el hogar era solo el idioma y el alemán era su punto de identidad. Escribe hasta el día de su muerte en 1970 en Courbevoie , el 20 de abril, día del cumpleaños de Hitler. No deja carta de despedida. Solo encuentran sobre su mesita la biografía de Hölderlin con unas palabras subrayadas: “A veces este genio oscurece y se hunde en el amargo pozo de su corazón”
¿Oyes? El poema “Fuga de la muerte”, escrito en 1945, estaba en aquel mi primer libro de lengua y literatura alemana. Un poema de una escritura reiterativa, martilleante, vibrante: Wir trinken…wir trinken…wir trinken und trinken… que lo hace uno de los textos que con más terrible luminosidad y belleza da testimonio de la historia de su tiempo, de un tiempo que fue el nuestro.
Como tejido con el hilo más ligero, ahora cien años después de su nacimiento, es maravilloso pensar que una vibrante comunidad de personas leen, piensan, escriben y crean con Paul Celan en todo el mundo y en muchas lenguas. Ahora ya puedo encontrar su poemas traducidos en varias colecciones de poesía y está considerado por muchos el mayor poeta, el más grande de la lengua alemana de la segunda mitad del siglo XX.
¡Oye!
– Me paré en la OkerTerrase, allí contemplaba a través de aquella luz oscura las montañas del macizo del Harz, nevadas, desde donde bajan el río Oker y el Leime vareado por álamos y encinas. El blanco, un blancoverdeazul todo lo cubría como una mancha de nacimiento en la piel salpicada de secreto o como una extinción de la extinción. Mis manos temblaban, entrecruzadas. Pronto llegaron y llegarán las luces de Hanukkàh. Muertos estaremos vivos.
¡Di! – crecerán de nuevo las horas, con el permiso de la nieve.
Muchos años después, frente al frío, recuerdo a Celan en este año conmemorativo. Escucho su voz, la de ellos y el eco de su lectura immer noch, porque lo que permanece lo fundan los poetas, lo demás son rejas, rejas de lenguaje o rosas de nadie. Me paro a pensar, es el refugio de la misericordia, son el consuelo y la paz.
¡Habla-tú-también!
05/12/2020
____________
Esperanza Vives es artista experimental que en vive en el Mediterráneo. Entiende la poesía como un puente espiritual entre lenguajes, lenguas, sonidos e imágenes, naturaleza y grabado. Entre silencios.. Como editora ,ha editado libros encuadernados a mano como Die Verwandlung (1990). Die Grüne Kirsche (1994) Diciembre (2010)Tánger, (2012) Helor (2014). Maiz Azul ( en proceso).