Fermina Ponce
Poeta Local: Fermina Ponce
14 April, 2022
HOY
16 mil muertos y ya no hubo luna rosa.
16 millones de desempleados mientras unos orinan en baños de oro.
10000 deportados.
Incremento en la producción de papel higiénico para limpiar nuestras culpas.
Dice la presentadora de noticias que “(…) pasará mucho tiempo antes de que nos
volvamos a dar las manos”, mientras habla desde su casa.
La curva de la curva es un espacio enorme, sólo cuerpos inmóviles.
Los ojos de los ojos lloran. Sólo cuerpos inmóviles. La curva de la curva.
El espacio eterno.
Todo desde la casa llora con mis ojos.
Todos exiliados de nuestra antigua realidad.
CIUDAD INOCUA
La ciudad es la casa de los fantasmas
son las siluetas que aún transitan por sus calles
es el espacio en el que todos nos creímos invencibles
el coro de niños que se quedó en el aire
una casa con las ventanas selladas para respirar
la aurora es un espacio casi infinito
un amanecer que se pronuncia albo
es una caja de confinamiento en la que todos
somos
iguales
el silencio de la ciudad es el canto de natura
los perros pueden escucharse y hablar entre sí
todo se ha convertido en un cúmulo de huesos húmeros… lo dijo Vallejo
este lugar me acongoja
azota
me llena de temblores en las uñas
y aún quedan quienes se preguntan por qué.
Del poemario Se llamará piedra,
Sudaquia editores, 2021.
XLV.
Cuando la parca se perfile con sus rosas,
con un poco del güisqui tan solitario de la tienda de Don Lucas,
me vestiré de pepas amangualadas,
de zapatos con rotos y suelas cansadas pero muy míos,
con mi pelo blanco,
una blusa rasgada a media mañana,
y mi todo frente a la casa que se quedó sin azul y sin Fermina.
Me vestiré sin bragas,
con el poco pudor que me avecina,
abrazada al eco de su voz con el color de las violetas,
y una perla que se ríe en mi garganta.
Cuando el niño encuentre su pelota vieja,
y el amor se vuelva a teñir de azul mar,
caminaré con la frente en alto,
con los senos empapelados de versos lamidos en el entretanto,
y mientras tanto,
el árbol se mecerá con hojas doradas de un otoño que no acaba,
de una estación que no espera,
de una esfera con un halo que gira sin distancia.
Cuando lleguen las cinco de la tarde o el caballo de Troya,
Penélope no esperará a Ulises,
y yo apenas habré levantado una copa por Odiseo,
mientras él emprende su regreso a Ítaca,
y la urbe descansa en su bondad.
Del poemario Sin nombre,
Editorial Oveja Negra, 2019.
Fermina Ponce
(Bogotá, Colombia 1972) Comunicadora social, periodista y, Máster en Gerencia de la comunicación organizacional de la Universidad de La Sabana, Colombia. Máster en escritura creativa en español de la Universidad de Salamanca, España. Es autora de los poemarios: Al desnudo (2016) , Mar de (L)una (2017), y del poemario Poemas SIN NOMBRE, que fue presentado en la FilBo 2019. Es parte de la de la compilación de cuentos Féminas Antología de infidelidades y mentiras y de la antología Otros Exilios. Su poesía ha sido traducida al inglés, italiano y árabe.