Ana Cecilia Calle y Christian Vásquez Infante
Encontrarnos en las distancias
13 April, 2022
Las exploraciones poéticas en las obras de Carolina Sánchez, Johanna Barraza Tafur, María Paz Guerrero y Tania Ganitsky nos llevan por diversos caminos: fotogramas que se transforman en palabras buscando sentido; un canto apagado por la violencia de un país que no sabe lo que es vivir en paz; un feed que no actualiza mientras una gata ciega da tumbos al son de Héctor Lavoe; el cuerpo que traiciona con dolor al entrar a los treinta. Esta diversidad de perspectivas muestra que la literatura colombiana está viviendo una transformación de la mano de mujeres poetas jóvenes. Los poemas experimentan con la imagen, con la estructura, el ritmo, el lenguaje coloquial, la posición del “yo” que se enuncia en el poema y la idea misma de una poesía “solemne”. Junto con la apuesta por un lenguaje renovado que dé cuenta de las diferentes formas de vivir un país difícil, contar la partida, el éxodo y el regreso, está el deseo de las editoriales independientes colombianas de renovar la forma en la que se presenta la poesía a los lectores. Los poemarios de estas autoras piensan los poemas y hacen del libro un objeto; ofrecen una relación entre texto e ilustraciones, o textos e imágenes, que convierte la lectura en una experiencia para quien los tiene en sus manos.
Las obras de Barraza Tafur, Ganitsky, Guerrero y Sánchez han sido escritas y puestas en circulación en distintos lugares como Bogotá, Barranquilla, Buenos Aires, New Jersey, Coventry y Zaragoza. Esta diversidad de geografías es testimonio tanto de las rutas de migración de sus autoras como del interés que ha despertado esta nueva forma de hacer poesía. Este dossier, publicado en Chicago, se suma a este interés y ofrece las búsquedas de estas autoras como una nueva manera de habitar el mundo y el lenguaje.
Ana Cecilia Calle y Christian Vásquez Infante hacen parte de Himpar editores, editorial independiente colombiana.
Papá era mi héroe
y el de mis amigos,
una especie de Robin Hood caribeño.
Cuando no entrenaba a sus pájaros
practicaba boxeo,
sabía pelear,
al menos eso decían,
yo nunca lo vi.
Cada tanto recibía una paliza
en sus borracheras
pero no lo vencían,
tenía una ley:
El que sangra pierde.
A decir verdad,
solo sangró
el día de su muerte.
En el barrio en que crecí
cada padre tenía un silbido insigne,
podías escuchar al pájaro loco,
canarios y mirlos,
tradición que solo heredaban los varones.
Mi padre silbaba como un sinsonte
para avisar que estaba por llegar a casa.
A cuadras de distancia
mis hermanas y yo lo oíamos
y nos peleábamos
por quién iba a darle
la comida de mamá,
todas las hembras a su disposición.
Por las noches
el silbido nos molestaba
porque significaba detener el juego
e ir a dormir.
Me pregunto con qué sonido
se acuestan mis hermanas ahora
y si mi hermanito recuerda
aquel silbido que nunca aprendió.
Mi abuelo vino a visitarme
mientras dormía.
Me obsesiona su rostro,
lo encuentro más negro y arrugado,
su mirada ya no es desafiante,
ahora es como un mar en calma.
Caminamos por Corrientes,
sigo su sombrero de ala corta,
pantalón gris, guayabera azul
y zapatos clásicos.
Le muestro donde suelo comer,
y en la puerta él retrocede:
Encontraremos un sitio
con comida de verdad.
Me despierto,
escribo este poema
mientras él sigue en mi cama:
Ahora debo volver,
quien nace en el mar… dice
y me pide que yo complete su frase.
Abuelo, espero que al llegar la noche
el mar no me olvide.
Poemas de Sembré nísperos en la tumba de mi padre (Himpar editores, 2022)
Johanna Barraza Tafur
(Barranquilla, Colombia, 1995) Es poeta y fotógrafa. Desde el 2017 reside en Buenos Aires, Argentina, ciudad en la que continúa sus estudios de Filosofía y donde inició la carrera de Edición Editorial en la UBA. Su primer libro, Sembré nísperos en la tumba de mi padre, ganó el premio de poesía Germán Vargas Cantillo del distrito de Barranquilla y publicado en Buenos Aires por la editorial independiente Llantén en el 2019. Sus poemas han sido publicados en antologías, revistas y medios de ambos países, y su obra ha sido estudiada en el taller de crítica literaria Aluvión.
Poética
A la obra de Óscar Muñoz
Dibujo con agua,
el retrato empieza a desaparecer,
apuro las pinceladas,
le dibujo nuevos límites al rostro,
la imagen aparece otra vez,
pero ya no es la misma,
re/trato.
Primer retrato de agua
Aprender a desaparecer,
buscar nuevas formas
de ser
nadie.
Segundo retrato de agua
Dispersión de los rasgos
que me identifican,
negación de la continuidad.
Autorretrato de agua
Distancia que me separa
de mí misma.
Retrato de familia
Conciencia de que todas las casas son imaginarias.
Carolina Sánchez
Escritora e investigadora colombiana. Ha publicado sus textos literarios en Corónica, Matera, Poesía, Zégel, Otro páramo y Temporales. Es la autora del poemario bilingüe Viaje / Voyage (Ultramarina Cartonera & Digital, 2020) traducido al inglés por el poeta Ariel Francisco. Es co-editora de la Plataforma latinoamericana de humanidades ambientales.
Nos recostamos, aburridos, encorvamos la
espalda, la cervical se mete entre la
médula bajamos actualizamos el feed
pero no refresca el feed mientras la
columna se eriza se desencaja todo tan
parejo y suave
tanteando la
forma del subsuelo
todo dice algo que no se parece y
se multiplica en una superficie semejante a un
ya tarde un ya distante de filtros, una llave
que abra la cascada repleta de
lloros
un llanto que nos transporte en
trueno
Queremos nosotros con
un ya algo afanoso
rascar rascar
un poco de pelo que recubre un estómago
que se infla
queremos rascar nosotros
que todo el día deslizamos los dedos
pulgar a la derecha
queremos rasguñar hacer fisioterapia
tres veces por semana
calor, frío en los músculos tiesos
que nos masajeen lo que llaman
el glúteo
que nos amasen esas barras de hierro que son el muslo
que nos cojan andrajoso
y nos simplifiquen, trenzados
soberbios como somos
desde un horizonte finito,
que nos hagan sentir que
sí
somos un poco de carne que
sí
tenemos una poca de gracia que
sí
hemos hecho un ula ula de intentos que
sí
mantenemos
una labia.
Nosotros
pregonamos
ese grito de vaca
esa leche tibia, recién ordeñada
ese ternero que hace aspaviento
de carne tierna
ese reflujo gastroesofágico dos, tres veces
que nos toquen unas manos
esa vaquería dura
dos manos
Además todos tenemos miedo
de que el examen diga
por la misma frialdad que tú me das
metástasis
te repetiste
como las stories de tus conocidos
por el feed de tu muro
que me hace de ansiedad enloquecer
un basurero
una brisa glacial
de bolsas y bolsas en cada anochecer y bolsas bolsas
bolsas un resplandor bolsas de plástico sin luz ni fuego
las enterramos se las dimos de comer a niños del Chocó
las quemamos subieron derechito al cielo nos las
comimos: están en el intestino ya cagamos bolsas
ya llenamos un estadio
hicimos un prado plantamos y salió duro
Poemas de Lengua rosa afuera, gata ciega (Himpar editores, 2021)
María Paz Guerrero
(Bogotá, Colombia). Es autora de los poemarios Lengua rosa afuera, gata ciega (Himpar editores, 2021), Los analfabetas (La jaula publicaciones, 2020) y Dios también es una perra (Cajón de Sastre, 2018), traducido al inglés, God is a Bitch Too, (Ugly Duckling Press, Nueva York). Sus poemas aparecen en las antologías Pájaros de sombra. Diecisiete poetas colombianas, 1989-1964 (Vaso Roto, 2019) y Moradas interiores. Cuatro poetas colombianas (Universidad Javeriana, colección de poesía, 2016).
No se puede amar y escribir poemas. Para ser Orfeo,
Orfeo tuvo que perder a Eurídice.
¿Será que la magnitud de su tristeza no es suficiente
para que la muerte de Eurídice cree un vacío entre tú y yo?
Un vacío donde yo pueda volver a escribir poemas.
El sapo convaleciente dijo:
amé el sonido de la lluvia
la noche de la lluvia
la taquicardia de la lluvia
la bilis negra de la lluvia
los charcos.
Poemas tomados de Rara (Cardumen, 2021)
Dejo de existir en el planeta Tierra.
En este, que no es
el mejor posible
sino uno menos efectivo,
menos desarrollado
y más embrujado,
estamos acompañados.
Todo viene descompuesto
a excepción de la ternura
de los drogados
que se quieren y cuidan en una rave.
Poema de La suspensión de los objetos flotantes (Cardumen, 2020)
Tania Ganitsky
Es doctora en Filosofía y Literatura, profesora universitaria y coeditora del fanzine La trenza. En 2009 fue galardonada con el Premio Nacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia y en 2014 con el Premio Nacional de Poesía Obra Inédita. Ha publicado Dos cuerpos menos (2015), Cráter (2017), Desastre lento (2018), La suspensión de los objetos flotantes (2020), Rara (2021), y el ensayo El fuego que quería recordar (2022). El año pasado se publicó Por error, una antología de su obra.