Marta Collazo

Marta Collazo

Poeta Local: Marta Collazo

22 March, 2024

Esta es su casa

Su libra de carne

Por todas las veces que sangró descuidada

Dejada por muerta

Sin un hombre de verdad para hablar

De su opresión

Esta es su casa

Por las veces que sangró lágrimas de verdad

Donde hizo tratos con la diabla

Por los cólicos

Los senos hinchados

Por todo lo que no pudo sangrar

Como un corcho atascado en una botella

Por la humildad que aúlla como loca

A la luna

Por la presencia de un poder divino

En las caras de sus hijos

Por toda la muerte

Y la pena que toma el dejarlos ir

Esta es su casa

Donde su vida se quedó acumulando polvo

Adolorida y esperando una habitación propia

Que la pubertad pase

Que su esposo se jubile

Que la menopausia pase

Que el reloj de oro por su jubilación llegue

Esta es su casa

Sus huesos

Su magia negra

La casucha que ella construyó

Su vida de cuarenta y tantos

Su revolución

Su lugar de oración

Cuyo piso esconde los cuerpos

De sus hijos no nacidos

Esta es su casa

Donde el amor no se vende

Y la disfunción familiar es un monólogo humorístico

Donde ella protege a las personas en su vida

Estos son sus nervios

Estirados y puestos a prueba hasta sus límites

Cuya loca risa

Ha guardado su aliento

Y cordura

Su trabajo de día

Su trabajo de noche

Veinti cuatro siete

Donde la partería es blasfema

Su peor intento de arte

Esta es su casa

Donde no hay platos desechables

Ni comidas en el microondas

Donde los cubiertos no hacen juego

Donde nadie poda el pasto

Y el gato de la familia va y viene

Donde la basura no se mueve

Y las plantas no se riegan

Donde la gente corre al baño

Y luego se toman de la mano en el comedor

Esta es su casa

Donde ella misma se paga xq

Nadie más lo hará

Donde ella odia y ama

A todos por igual

Donde no hay cortinas ni alfombras

De la sears

Esta es su casa

Su libra de carne

 

Octubre 2000 pluma.

 

El plátano perfecto se hincha como un pez globo en celo 

 

El plátano perfecto se hincha como un pez globo en celo, ¡es la danza de apareamiento de los amantes en lados opuestos de la balanza! Ella metió sus dedos entre alambres tratando de pronunciar la erre en mi nombre, un acto de inconveniencia, uno de muchos que me enamoró de ella. El hermoso accidente de haberla conocido que da aliento al morir y al vivir o a que el pasado presente y futuro sea un momento atractivo por el que estoy dispuesta a arriesgar mi vida. Las mujeres son tan variadas como los copos de nieve, las tormentas o hasta la borra de café. El híbrido de todas ni me recuerda, ni se parece a nadie aunque ella también tenga una espectacular labia, clítoris, trompas de falopio, un cuello uterino y ¡ah sí! la asombrosa creación de la naturaleza, la vagina. Llámala coño, chocha, vajuja, punani, pussy, una rosa con cualquier otro nombre sigue siendo una rosa (sonido de olfateo) solo please no le llames “allá abajo” como la parte trasera de un autobús o un secreto sucio, un objeto que debe ser desinfectado o una conversación política de justicia social, ¡que ni una lesbiana anglo privilegiada está dispuesta a tener! La sal de mar kosher espolvoreada entre pulgar e índice sobre plátanos cocinados es un aderezo, el ajo crujiente una insignia, recupera, recuerda por más que nos parecemos hay solo una como tú y hay solo una como yo ajá… hay solo este momento y mi corazón se hincha como estos plátanos

 

Traducción de los poemas por Alejandra Delgadillo

 


Marta Collazo es una poeta afrolatina que ha explorado cómo las construcciones heteronormativas, la cultura, el género, la espiritualidad, la monogamia, la agencia corporal, la culpa y la vergüenza juegan un papel en la opresión de los individuos.  Durante los últimos siete años ha enseñado la técnica de meditación con los ojos abiertos, es partidaria de múltiples prácticas artísticas de bienestar espiritual y emocional. Sus orígenes comienzan en Lorain Ohio, como resultado de una gran migración desde Puerto Rico en la década de 1940.  Ella considera a Chicago su hogar, donde reside desde 1969.