Marta Collazo
Poeta Local: Marta Collazo
28 March, 2024
Esta es su casa
Su libra de carne
Por todas las veces que sangró descuidada
Dejada por muerta
Sin un hombre de verdad para hablar
De su opresión
Esta es su casa
Por las veces que sangró lágrimas de verdad
Donde hizo tratos con la diabla
Por los cólicos
Los senos hinchados
Por todo lo que no pudo sangrar
Como un corcho atascado en una botella
Por la humildad que aúlla como loca
A la luna
Por la presencia de un poder divino
En las caras de sus hijos
Por toda la muerte
Y la pena que toma el dejarlos ir
Esta es su casa
Donde su vida se quedó acumulando polvo
Adolorida y esperando una habitación propia
Que la pubertad pase
Que su esposo se jubile
Que la menopausia pase
Que el reloj de oro por su jubilación llegue
Esta es su casa
Sus huesos
Su magia negra
La casucha que ella construyó
Su vida de cuarenta y tantos
Su revolución
Su lugar de oración
Cuyo piso esconde los cuerpos
De sus hijos no nacidos
Esta es su casa
Donde el amor no se vende
Y la disfunción familiar es un monólogo humorístico
Donde ella protege a las personas en su vida
Estos son sus nervios
Estirados y puestos a prueba hasta sus límites
Cuya loca risa
Ha guardado su aliento
Y cordura
Su trabajo de día
Su trabajo de noche
Veinti cuatro siete
Donde la partería es blasfema
Su peor intento de arte
Esta es su casa
Donde no hay platos desechables
Ni comidas en el microondas
Donde los cubiertos no hacen juego
Donde nadie poda el pasto
Y el gato de la familia va y viene
Donde la basura no se mueve
Y las plantas no se riegan
Donde la gente corre al baño
Y luego se toman de la mano en el comedor
Esta es su casa
Donde ella misma se paga xq
Nadie más lo hará
Donde ella odia y ama
A todos por igual
Donde no hay cortinas ni alfombras
De la sears
Esta es su casa
Su libra de carne
Octubre 2000 pluma.
El plátano perfecto se hincha como un pez globo en celo
El plátano perfecto se hincha como un pez globo en celo, ¡es la danza de apareamiento de los amantes en lados opuestos de la balanza! Ella metió sus dedos entre alambres tratando de pronunciar la erre en mi nombre, un acto de inconveniencia, uno de muchos que me enamoró de ella. El hermoso accidente de haberla conocido que da aliento al morir y al vivir o a que el pasado presente y futuro sea un momento atractivo por el que estoy dispuesta a arriesgar mi vida. Las mujeres son tan variadas como los copos de nieve, las tormentas o hasta la borra de café. El híbrido de todas ni me recuerda, ni se parece a nadie aunque ella también tenga una espectacular labia, clítoris, trompas de falopio, un cuello uterino y ¡ah sí! la asombrosa creación de la naturaleza, la vagina. Llámala coño, chocha, vajuja, punani, pussy, una rosa con cualquier otro nombre sigue siendo una rosa (sonido de olfateo) solo please no le llames “allá abajo” como la parte trasera de un autobús o un secreto sucio, un objeto que debe ser desinfectado o una conversación política de justicia social, ¡que ni una lesbiana anglo privilegiada está dispuesta a tener! La sal de mar kosher espolvoreada entre pulgar e índice sobre plátanos cocinados es un aderezo, el ajo crujiente una insignia, recupera, recuerda por más que nos parecemos hay solo una como tú y hay solo una como yo ajá… hay solo este momento y mi corazón se hincha como estos plátanos
Traducción de los poemas por Alejandra Delgadillo
Marta Collazo es una poeta afrolatina que ha explorado cómo las construcciones heteronormativas, la cultura, el género, la espiritualidad, la monogamia, la agencia corporal, la culpa y la vergüenza juegan un papel en la opresión de los individuos. Durante los últimos siete años ha enseñado la técnica de meditación con los ojos abiertos, es partidaria de múltiples prácticas artísticas de bienestar espiritual y emocional. Sus orígenes comienzan en Lorain Ohio, como resultado de una gran migración desde Puerto Rico en la década de 1940. Ella considera a Chicago su hogar, donde reside desde 1969.